Resulta retórico que un Gobierno abiertamente corrupto, con cargos de imputación en narcotrafico, censura y opresión posea corrupción dentro de su núcleo de participantes. La tensión de los hermanos Rodriguez con el señor Tareck había sido el frente de noticias de la semana pasada, pero ahora recientemente, surge la noticia pública de la renuncia de "El Aissami" y su implicación en cargos de robo, hurto y desviación de fondos públicos; información que de hecho había sido otorgada por la oposición en el año 2021-2022 cuando se evaluó que más de un 30% de los fondos petrolíferos estaban siendo desviados para propósitos ajenos a la labor pública. Dos años después de que el Gobierno del señor Nicolás Maduro negara profundamente y arrebatadamente los hechos, sale en primera plana la traición de uno de los personajes insignes que ha participado en cada proceso de evolución en el régimen. Y ahora, junto a su mano derecha Joselit Ramirez que por más irónico que parezca