¿Por qué debe preocuparnos esta clase de noticias en latinoamérica? No se necesitan lentes o lupas para evocar interés y terror en esta clase de hechos que involucran el atentado en contra de uno de los políticos más mencionados de este 2025 en Colombia y latinoamerica, me refiero al opositor y dirigente político, el señor Turbay.
ARTÍCULO NARRADO
Nacido el 28 de enero en Bogotá (Colombia) perteneciente a una de las familias más importantes en la aristocracia colombiana, la política y el periodismo, es militante activo del partido liberal al que conformaba su familia en el año 2018. Un político que no solo ostenta un traje y habla de sociedad, sino, un senador de la república, alguien con un perfil apto, egresado con una maestria en administración por la universidad de Harvard. Líder del partido Centro Democrático y abiertamente contra de Pablo Escobar Gavidia por los hechos violentos que involucran del fallecimiento de su madre Diana Turbay en 1991 secuestrada por los “Extraditables”.
El 4 de marzo oficializó su candidatura a las elecciones presidenciales en las que debuta en contra de María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Andrés Guerra, y Paola Holguín, y ahora, tres meses más tarde resultó herido de gravedad tras un atentado público en el que emitió un discurso en contra del porte de armas en Colombia. Parece chiste pero es anecdota. En primera plana "la política latinoamericana lo hace de nuevo" casi lo matan (o aún no lo sabemos) solo por ser opositor. Viene a mi mente la imagen del señor Renny Ottolina, para Venezuela es inolvidable su retrato, nombre y visión política. Quedó como un pensador y comunicador. Asimismo en similitud con el señor Turbay, Ottolina marcaba la pauta definitiva en un país que consideraba dividido en visiones, dogmas y partidocracias. ¿Quién mató a Ottolina? resuena el título como otro episodio de "nuestro insolito universo" con sus efectos y maquinaciones, pero hasta la actualidad es una pregunta que se mantiene en la historia y política venezolana. Algunos -como mí persona- pensamos que tendría algo que ver con los partidos políticos, cuales temerosos de alguien con una mente tan sagaz y ágil como Ottolina pudiera dañar sus planes y reparticiones; la historia se repite, esperamos que el señor Turbay se encuentre en mejores condiciones que Ottolina en su momento.
Han intentando cerrar la mesa de Dominó, ahí no pasa otro, o al menos no en sus ideales. No es un político común, el señor Turbay desea orden, quiere -entre palabras- arreglar Colombia, no ve a su país como un país con medallas y futuro, sino, como una nación virgen que necesita y urge de buena política, no heredada, no repetitiva, ni enseñada en aulas de escuelas cubanas. Y esto mis amigos, lo tiene Colombia, han sido infiltrados por el socialismo del siglo XXI, hablan de igualdad y populismo ¿Pero realmente lo tienen? Que tan lejana es quizá la idea de una Colombia más venezolana, tal vez es cuestión de tiempo, o de menor reacción política. Utilizan la misma estrategia que el señor Maduro que profesa en contra del dolar paralelo pero que a su vez toma en sus ratos libres una botella de whisky Blue label y se repite a sí mismo, que bueno ser presidente -en otro orden de palabras- dominar una nación.
En este vaivén de noticias, aún se mantiene la interrogante sí Colombia es aliada de Venezuela o simplemente amigos de a ratos. Pero debido a la poca injerencia que mantiene la nación y las noticias o juegos que no se logran escapar por la vías informativas, diría que existe mucha tela para cortar. Movimientos desconocidos, alianzas, amistades, enemistades y mucho apetito; tan digno como un juego de tronos latinoamericano.
Esperemos que la salud del señor Turbay nos regale una segunda oportunidad en la política, un segundo chance que involucre el despertar de las naciones hermanas que hablan constantemente de algo que no poseen, una palabra, diez letras: democracia.
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